Por: Mario Alejandro Rodríguez
Así como aconteció en el juego anterior, cuando un 'picotazo' en el último minuto de las 'Águilas Doradas' los dejó con los 'crespos hechos', el Deportes Tolima volvió a quedarse sin el botín, tras el empate en el tiempo de Dios del Junior de Barranquilla (3-3). La 'Tribu', en su mejor versión en el torneo, no pudo librarse de la maldición de las últimas fechas y quedó virtualmente eliminado de los cuadrangulares.
La remontada que protagonizaron Rogerio Leichtweis (33'), Charles Monsalvo (45') y John Valencia (63') se fue al traste, cuando el cronómetro marcó los 90+3', cuando Luis Narváez la mandó al fondo de la red, en un grito de gol 'currambero' que silenció las tribunas del Manuel Murillo Toro. Habían puesto en ventaja al visitante Vladimir Hernández (6') y Juan Guillermo Domínguez (26').
La fiesta la aguó de nuevo Junior. Como el 6 de octubre de 2012, cuando en el último minuto del cotejo Harold Macías salvó la patria para los costeños (2-2), se repitió la historia en el 'Coloso de la 37'. Lo que parecía ser la ruptura de una mala racha en casa para el Tolima quedó en tan sólo una ilusión, alimentada por los cerca de ocho mil espectadores que acompañaron hasta el pitazo final.
La expulsión del volante Robinson Aponzá (79') descuadernó el libreto para el profesor Carlos Castro, quien creyó encontrar con el esquema 4-2-2-2 la solución a sus problemas ofensivos. De la hazaña, por cómo se dio el desarrollo del partido, nuevamente el grupo cayó en una frustración, que lo dejó al borde del nocaut, a falta de tres jornadas.
Los 18 puntos en el tablero de posiciones y una diferencia de gol negativa -4 juegan en contra del deseo tolimense, que como pasó en el segundo semestre del 2011, bajo la conducción de Hernán Torres Oliveros, se volvería a quedar por fuera de la fiesta de fin de año.
Parejo
Toda una pesadilla resultó ser el arranque del encuentro para los dueños de casa. Apenas a los 6', el Junior le marcó el 1-0, en una jugada milimétrica, que capitalizó de forma lujosa el pequeño Vladimir Hernández. El mediocampista araucano al servicio de los 'Tiburones' recibió en solitario un pase en el área chica y ante la salida del paraguayo Ántony Silva le metió una vaselina, que terminó en el fondo de la red.
Y para completar la falta de concentración en su propio campo, una falta cerca a las 16 con 50 le dio chance al 'rojiblanco' para ampliar el marcador. A los 26', y con una ejecución magistral con pierna izquierda, el vallecaucano Juan Guillermo Domínguez la clavó al ángulo superior izquierdo del marco de Silva, para el 0-2 momentáneo.
Pero el empuje de la tribuna familiar, unido a las voces de aliento que cayeron desde la lateral sur, oriental y occidental, le dio un envión anímico importante al conjunto Musical, que salió con todo en búsqueda de la paridad.
Y sobre el minuto 33, previo ingreso del mediocampista caucano Robinson Aponzá por el lesionado Hugo Américo Lusardi (19'), llegó el descuento en el anfitrión, por intermedio del delantero paraguayo Rogerio Leichtweis. Un pase desde el costado derecho de Aponzá encontró libre al ariete 'Guaraní', quien con todo el panorama para definir sólo tuvo que tocarla para el 1-2.
Aunque el cuadro foráneo trató de aprovechar al máximo los espacios que dejó la escuadra de la 'Tierra Firme' en zona posterior, no pudo ampliar la diferencia, gracias al excelente trabajo del guardameta Silva. Y a partir del esfuerzo de 'Tony' y la dinámica del ingresado en las toldas tolimenses, el anfitrión logró la paridad parcial, al término de la primera parte.
Una pena máxima sobre el defensa John Valencia, a la salida de un tiro libre, fue ejecutada de forma precisa por Charles Monsalvo, quien engañó al cancerbero uruguayo Mario Sebastián Viera para el 2-2, que levantó a los futuros hinchas del combinado Pijao, ubicados en el sector norte del máximo escenario de los ibaguereños.
No obstante, antes de irse a los camerinos Leichtweis dilapidó lo que pudo ser el 3-2 favorable al local, tras errar una posibilidad con el arco solo, sin ninguna resistencia rival.
Nueva desilusión
El comienzo de la etapa de complemento fue prometedora para el 'Vinotinto y Oro'. La constante salida por la banda derecha, zona perteneciente al antioqueño Sergio Otálvaro, fue importante para romper el esquema defensivo del cuadro atlanticense. Asimismo las intenciones asociativas de Aponzá, quien por momentos se juntó con Chará y Leichtweis representaron sumo cuidado por el equipo de Miguel Ángel López.
En el elenco barranquillero, en tanto, el más importante fue Hernández, que pretendió echarse al Junior al hombro, con el apoyo paulatino de Luis Carlos Ruiz y Edinson Toloza, quien reemplazó en el campo al paisa Edwin Cardona (46').
Sin embargo, fue Tolima el que pegó primero en la complementaria. Y no lo hizo con un delantero, sino gracias a la fortuna del zaguero Valencia (63'), quien se encontró la pelota en el área y con rapidez definió para vencer por tercera ocasión la resistencia del charrúa Viera, desencajado tras la tercera conquista adversaria.
De forma inmediata el orientador visitante sacó del campo a Tressor Moreno y envió a Michael Ortega (64'), sustitución que le dio de nuevo la manija del medio campo, perdida desde el periodo inicial.
Por su parte Castro, consciente que esta vez la victoria no se podía escapar bajo circunstancia alguna, mandó al campo a Mike Campaz en lugar de Leichtweis (75'), con el fin de recuperar la posesión del balón. Pero cuatro minutos más tarde (79') la roja del mediocampista Aponzá, uno de los más destacados del cotejo, puso en aprietos al 'Vinotinto', que tuvo que renunciar a parte de su poder ofensivo.
Ese fue el punto de inflexión sobre el cual Junior tejió su táctica en pro del empate. Y a un minuto del final del compromiso, un cabezazo en el área del volante Luis Narváez, luego del centro de Jamel Ramos, decretó el 3-3 concluyente, que silenció por tercera vez a la hinchada local y levantó de sus asientos a todos los integrantes del banco costeño, sobre el lado norte del Murillo Toro.
De nada valió el esfuerzo del guardavallas Silva, quien al menos evacuó tres pelotas que tenían sello de gol. Las caras largas volvieron a aparecer, entre jugadores, cuerpo técnico e hinchas, confiados en que la tardenoche del sábado estaría lejos de ser un cuento de terror.