Ya no es casualidad, sino falta de jerarquía, tanto del grupo de jugadores como del cuerpo técnico. En lo que va del año, han sido tres las decepciones que ha protagonizado el Deportes Tolima, lo que demuestra que, en instancias finales, al equipo de Ibagué le está pesando afrontar los retos con la responsabilidad que se merecen. Pareciera que al plantel en pleno no le importara el sentir del hincha, porque en vez de dar alegrías, el dolor se hace insoportable a medida que se desarrolla la campaña.
La eliminación en la fase de grupos de la Copa Libertadores, cuando tuvo la ayuda del líder de su zona, Santa Fe, en la última jornada; la pérdida del 'tiquete' a la gran final de la Liga Postobón 1, a pesar de tener la primera opción para clasificar en su casa frente a Itagüí y ahora, el fiasco hecho en la Copa Postobón, al perder el pase a la semifinal en el último minuto ante Alianza Petrolera, es muestra fehaciente del poco compromiso que ha mostrado el equipo para con su hinchada, a la cual se han encargado de alejar con sus frecuentes reveses.
Sobre el particular, no queremos más excusas que pretendan dar razones del porqué de las derrotas. Ni tampoco, por cuestionar los resultados que arroja este plantel hasta el momento, se nos señale como enemigos del Club, como es la costumbre. Lo que anhelamos es que si en verdad ellos aman como nosotros esta camiseta, ésta se defienda en el campo de juego como corresponde y no se pretenda ultrajar el pensamiento de quienes consideramos que este año ha sido un rotundo fracaso.
En síntesis, poco se rescata del nivel de juego del equipo. En las últimas jornadas, el bajón es evidente y si bien el 'DT' ha conseguido algunas victorias, la exhibición colectiva está muy por debajo de anteriores épocas. La explosión y contundencia en ataque es asunto del pasado, porque la nómina perdió peso y los hombres que llegaron a sustituir a los marchantes no han correspondido con las expectativas generadas; mientras que en defensa hay fallas que son recurrentes. Esto se suma a la mala fortuna de algunos futbolistas, quienes por X o Y motivo son frecuentes visitantes del Departamento médico.
Pero con todo y ello, de la sequía de éxitos y las múltiples puñaladas de las que hemos sido víctimas, seguiremos firmes al lado de nuestro 'Vinotinto y Oro'. Porque en sí somos nosotros los que le damos sentido a todo esto. Sabemos de antemano que invitarlos a seguir en este proyecto, bajo las actuales condiciones sería una misión difícil. Pero si se siente con la obligación de hacerlo, y no es de los que dan la espalda ante la primera dificultad, estamos dispuestos a alentar con ustedes en lo que resta de este 2013.
Teniendo en cuenta estos argumentos, está de sobra mencionar que la clasificación a los cuadrangulares semifinales es un DEBER que no está a merced de negociaciones. De no lograrse, el fracaso será absoluto y tendrán que asumirse, como es apenas normal en los clubes profesionales, las consecuencias de los errores cometidos. Por ahora, el onceno 'Musical' es uno de los ocho posibles semifinalistas, con 13 puntos y un cotejo menos; no obstante, aún restan 10 jornadas, en las que el objetivo único será ratificar tal condición.
En el tintero...
Nuevamente le exigimos a la dirigencia del Deportes Tolima que entregue un pronunciamiento oficial sobre la situación administrativa del Club. Ha transcurrido un mes desde la reunión que sostuvo el gerente, Ricardo Salazar con la prensa de la Capital Musical, en la que prometió acabar con el estado de incertidumbre que reina sobre el tema, tras el anuncio de venta de Gabriel Camargo.
¡Ya basta de vacilaciones, señores, el futuro de nuestra escuadra está en juego!