Cuando los argumentos se acaban vienen las excusas, para tratar de justificar los errores que se cometen, o en el peor de los casos, para zafarse de las responsabilidades. Y aunque esto es normal en el ser humano, pues nadie está exento a la falla, lo molesto es cuando estas razones se convierten en las únicas para todas las situaciones. Pues bien, este parece ser el caso del director técnico del Deportes Tolima, Carlos Castro, quien señaló directamente a la afición por el irregular momento que atraviesa su grupo en lo deportivo y no a la dirigencia por sus lagunas administrativas.
Es cierto que las asistencias en los dos primeros juegos como local fueron un completo desastre, sin lugar a mayores consideraciones. Y que muchos de los hinchas del equipo optaron por no volver al estadio debido a diferentes circunstancias; entre ellas, lo acontecido en el último partido del semestre anterior frente a Itagüí y las ridículas restricciones de la Policía. Pero por más infieles que sean los aficionados en la Capital Musical y pocos los que asuman su verdadero papel, ellos NO son los que están en el campo defendiendo los colores, ni mucho menos los que hacen los planteamientos tácticos.
Y lo peor que puede hacer el profe en estos momentos es echárselos de enemigos, con sus declaraciones explosivas y un tanto acomodadas. Acomodadas en favor de su patrón, por supuesto, y obviando que él, en primer lugar, se debe a todos aquellos que aman al equipo, por ser el orientador de un puñado de ilusiones. Por ello, pese a que el que decida sea uno, el 'C.C.' debe respetar de pensamiento, palabra y obra a todos los que pagan su boleta para ir a ver un buen espectáculo.
Estamos realmente fastidiados de escuchar que por culpa de los insultos de algunos hinchas -no de todos- es que los jugadores "se llenan de inseguridad" y no hacen buenas presentaciones. ¿Acaso ellos no tienen que estar acostumbrados a esa presión, por negativa que sea? ¿O es que el plantel no trabaja la parte psicológica para sobreponerse ante las adversidades? Porque si ese va a ser el argumento para todos los cotejos en los que no se gane en casa, estaríamos ante un pensamiento mediocre y limitado. Ojo, no apoyamos las demostraciones bélicas que se han registrado; al contrario, las rechazamos de forma tajante.
Le abonamos a Castro que, en medio de todo, tuvo la decencia de reconocer que ha tanto él como su conjunto han cometido errores crasos frente a los 'Naranjas' y 'Ajedrezados'. Pero lo preocupante es que las fallas que tiene su escuadra son reiterativas y que los rivales las analizan al dedillo para luego capitalizarlas. El técnico de los boyacenses, Alberto Gamero, le supo dar cátedra en 45 minutos de cómo recomponerse ante la derrota con una nómina reducida, en la que se destacan los guerreros y no los 'Caciques'.
Para nosotros algo sí es claro: Al equipo, como era previsible, lo está afectando la incertidumbre que se vive en el mando de la institución, que no se cortó a tiempo y está dando lugar a consecuencias lapidarias. Pero esto acontece por culpa de la misma dirigencia, que hace todo lo posible por acrecentar el estado de crisis y promover el chantaje como método de choque. Y duele que Castro, una insignia del medio campo Pijao en épocas pasadas se preste para tal fin, con aseveraciones fuera de contexto.
De nuestra parte, hacemos mea culpa y aceptamos -en líneas generales- que tenemos una hinchada indolente, que dio la espalda en el momento más determinante de los últimos cinco años. Pero pasamos rápidamente la página y desde hace más de un mes estamos trabajando con ahínco para cambiar esta cruel realidad; junto con los otros sitios partidarios del Deportes Tolima. No obstante, para ser sinceros, las fuertes declaraciones de Castro no contribuyen en nada a este deseo y alejan aún más a los espectadores, quienes se sienten defraudados por su técnico.
El técnico puede estar seguro que llamaremos la atención a todos los que lancen improperios al grupo desde las graderías. Pero así como tendremos en cuenta ese aspecto, también le pedimos encarecidamente que no nos dé más de lo mismo y deje de justificarse con conceptos que ya no tienen peso ni credibilidad.
En el tintero...
Bajo ningún motivo permitiremos que se le cierren las puertas a los hinchas más fieles del 'Vinotinto'. Eso sería una puñalada trapera para aquellos que lo han dado todo en pro de esta escuadra y que quieren, desde lo más profundo de sus corazones, acompañar al equipo ahora y siempre. Por lo tanto no pueden tomarse determinaciones tan facilistas e irresponsables, que generan tensión y más violencia.