Los jugadores del Deportes Tolima parece que sufren de amnesia. Porque se les olvida constantemente que un partido de fútbol va hasta cuando el árbitro central determine su conclusión y no cuando se cree tener el resultado en la mano. En tres ocasiones la 'Tribu' ha recibido goles en los últimos minutos, que le han costado puntos importantes en las tres competiciones.
Por la Copa Libertadores, el pasado 26 de febrero, el Club Real Garcilaso de Perú aprovechó la desconcentración de su asdversario y al minuto 90+1' pasó factura, a través de Yoshiro Salazar, con lo que se llevó los tres puntos en el 'Coloso de la 37' (1-0), ante la mirada atónica de los aficionados.
En la Liga Postobón fue Cúcuta Deportivo el que cobró por ventanilla, a los 90+3', por intermedio del habilidoso Steven Mendoza, quien le dio los tres puntos a los 'Motilones' sobre los 'Pijaos' en el estadio General Santander (2-1).
Y para cerrar esta trilogía de desatenciones, en la noche del miércoles fue Ánderson Plata el que sentenció la suerte del Tolima en su visita al Pereira, en el marco de la Copa Postobón. A los 88' marcó el empate (2-2), cuando la visita se ilusionaba con llevarse el botín del Hernán Ramírez Villegas.
Ello sin contar que en otros tres cotejos; ante Envigado (el 10 de febrero, 2-2) y Once Caldas (el 17 de febrero, 2-2) por el torneo local; y Santa Fe en la Libertadores (21 de febrero, 1-1) los de Ibagué se fueron en ventaja, pero rápidamente le igualaron.
¿Qué pasará por la cabeza de los jugadores en esos minutos finales? ¿Por qué les cuesta tanto trabajo administrar un resultado favorable? ¿Dónde está la malicia que tienen los grupos experimentados en estas situaciones? Son preguntas que quedan en el aire para que el cuerpo técnico trabaje en estas fallas, que parecen ser repetitivas e inverosímiles, sin que se tomen serios correctivos al respecto.
La afición se cansa de las respuestas tontas y sin sentido, que denotan poco compromiso de los jugadores hacia la divisa. No basta con expresar culpabilidad de dientes para afuera, sino trabajar para que lo anteriormente mencionado no ocurra; o al menos, el margen sea mínimo.
La afición se cansa de las respuestas tontas y sin sentido, que denotan poco compromiso de los jugadores hacia la divisa. No basta con expresar culpabilidad de dientes para afuera, sino trabajar para que lo anteriormente mencionado no ocurra; o al menos, el margen sea mínimo.