Más que buen fútbol, el Deportes Tolima ha tenido fortuna en el arranque de la temporada 2013. Las victorias en casa ante César Vallejo e Independiente Medellín, ambas por 1-0, al igual que el empate en Trujillo ante los 'Poetas' (1-1) contaron con el factor suerte, ante la falta de una identidad de juego, lo cual es entendible en un equipo que cambió su columna vertebral.
Un mes después de lo que fue el inicio de la fase de preparación física, el técnico Carlos César Castro intenta afanosamente consolidar un sistema que aún no convence en su estructura, y por la calidad de los jugadores que lo integran podría ser modificado. El 4-2-3-1 que propuso desde la primera práctica de pretemporada se queda corto para hilvanar el juego de los talentosos, quienes constantemente se quitan espacios en la zona de ataque.
En el primer cotejo oficial del año, la 'Tribu' se vio favorecida por la pobre propuesta del adversario, que sin duda vino a especular al Murillo Toro. A pesar de ser amplio dominador de las acciones, con más ganas que orden, el Tolima no tuvo mayor claridad en la zona ofensiva y sólo pudo anotar en una ocasión, gracias a la suerte de Leichtweis, quien estuvo bien ubicado en el área.
Para la segunda salida, en tierras peruanas, el comportamiento defensivo fue realmente deficiente. La gran presentación del guardameta paraguayo Ántony Silva, quien volvió a demostrar que tiene 'madera' para atajar penales, y la oportuna aparición de Charles Monsalvo salvó de la eliminación al 'Vinotinto', que sufrió más de lo debido por las imprecisiones de su zaga y la falta de concreción en campo rival.
Y el pasado domingo ante el DIM, con un hombre de más en la cancha, se notó el desespero del estratega, quien en menos de 45 minutos cambió en tres ocasiones la idea de juego de su escuadra. Del habitual sistema varió a un 3-4-2-1 con la inclusión del zaguero John Valencia y la salida del peruano Rogerio Leichtweis, y luego, al ver que no tuvo la respuesta deseada con sus 'carrileros' (Noguera y Otálvaro), decidió recomponer su error.
El partido frente a los 'Rojos de la Montaña' lo ganó Yimmi Chará, protagonista de una pena máxima que Andrés Andrade transformó en gol. Sin esa falta el partido hubiera terminado 0-0, con la impresión de un justo resultado para ambas escuadras.
Dirán y con razón muchos de ustedes: la suerte también hace parte del fútbol; y que además es mejor corregir las fallas cuando se gana y no con la derrota a cuestas. Concordamos todos en ello. Pero en este equipo, aparte de ganar es una obligación mostrar un fútbol llamativo, que sea efectivo en las redes adversarias.
Hay jugadores que ya dieron sus primeras pinceladas con la 'Vinotinto' y dan fe del significativo aporte que pueden hacer para la consecución de los objetivos. Ese talento no se puede perder en la improvisación, ni en la necedad característica del que oficia como director técnico. El volante peruano Roberto Merino es un claro ejemplo; y a juicio nuestro está llamado a ser el eje conductor de este nuevo reto.
Si Castro quiere encontrar un sistema acorde al grupo de jugadores que orienta será necesario que tenga calma para hacer las variantes que considere. Aunque estos partidos le sirvieron para ir conociendo el potencial de su plantilla no puede seguir experimentando sobre la marcha, pues a medida que avanza la competencia el nivel de juego de todos los equipos, tanto en el rentado local como en la Libertadores aumentará y así se hará más difícil salir triunfante.
En este primer semestre habrá tres frentes, tres responsabilidades, pero sobretodo tres sueños. Y para hacer un buen papel en cada torneo se tiene nómina, tanto en cantidad como en calidad. La historia hasta ahora empieza y esperemos que por fin tenga un final feliz.