Opinión: Pese a la adversidad, hasta el último suspiro...

Por: Mario Alejandro Rodríguez ([email protected])

No fue una buena tarde la del Deportes Tolima en Medellín. El equipo tolimense, que había iniciado con ímpetu el compromiso ante Atlético Nacional, terminó pagando sus propios errores en zona defensiva y cedió a una dolorosa caída por marcador de tres goles a uno. Si analizamos el rendimiento del equipo en el zona atacante fue un resultado demasiado largo, pero como el fútbol es equilibrio, el ‘verde’ fue un justo ganador del encuentro.

De nuevo, la suerte no nos acompaña en la capital antioqueña. Lo que antes era un fortín para la escuadra de Ibagué, se ha convertido en gran una pesadilla. Desde el 2006 Tolima no obtiene un triunfo en tierras ‘paisas’; a diferencia de lo que acontece en la ciudad ‘Musical’, donde el ‘vinotinto’ es imbatible frente a los ‘verdolagas’.

La primera anotación del dueño de casa se produjo gracias a un grosero error en el rechazo del esférico del zaguero Julián Hurtado. El central más regular del onceno de Torres se equivocó en la zona posterior y el habilidoso Dorlan Pabón cazó el rebote dejado por Hurtado para poner a los 17’ el 1-0 en el Atanasio Girardot.

Con el partido en contra, la única fórmula a la que podía apostarle el equipo era el juego en profundidad, la presión en la salida del rival y la genialidad de Christian Camilo Marrugo y Elkin Murillo. Las ganas demostradas en el campo por estos dos jugadores no fueron suficientes para que la visita se fuera al descanso con la igualdad, que era más que justo ante la poca propuesta hecha por el elenco dirigido por Santiago ‘Sacchi’ Escobar.

Para la segunda parte, la iniciativa de momento fue para el grupo foráneo. Pero el mazazo recibido nuevamente por Pabón al minuto 49’, después de asociarse con Rentería, fue un duro golpe para la institución de la ‘Tierra Firme’. Fue necesaria la inclusión de un hombre fresco en la delantera, con agilidad, para romper las espaldas de la zaga del cuadro local.

Y en el juego apareció Wílmer Parra Cadena, para poner el juego 2-1. Si bien el cambio puede ser visto como la aceptación de Torres de un error (el haber arrancado con Gamarra), la verdad es que el paraguayo no estuvo en su jornada y contribuyó poco al colectivo del visitante.

Con el empuje del descuento, Tolima volvió a marcar por intermedio de Santoya, pero el criterio errado del árbitro Luis Sánchez le impidió al equipo lograr el anhelado empate. En una jugada lícita, el silbato valluno consideró que había una mano del delantero cartagenero, la cual nunca existió. Esta acción pudo haber cambiado la historia del juego, en el cual el ‘vinotinto’ mostraba ser más que el adversario.

Pero en un nuevo descuido, esta vez en el juego aéreo, la contienda en Medellín fue sentenciada. Lo que tanto le duele al subcampeón colombiano volvió a aquejarle. Jairo Palomino a los 85’ se levantó sin problema en el campo del contrincante y con un gran impacto de cabeza envío el esférico al ángulo inferior izquierdo del marco de Silva. Fin de la historia, y para colmo de males, la figura de los ´Pijaos’ (Marrugo) se hizo echar de forma irresponsable, acto seguido.

La serie está bastante complicada para el Deportes Tolima. Pero ello no quiere decir que sea imposible ganarle por más de dos goles a Nacional en casa. La ausencia de Marrugo sin duda pesará a la hora de conformar la nómina inicialista para afrontar este duro reto, pero Torres tendrá en la baraja otros elementos que puedan suplir las funciones desempeñadas por el mediocampista bolivarense.

Para la hinchada, un mensaje hay que tener bien claro: El miércoles la OBLIGACIÓN es llenar el Manuel Murillo Toro. Hasta el último suspiro, hay que mantener la confianza por la labor que pueda hacer el equipo. Nada está perdido; la final, si se tiene convicción y contundencia, está a tan sólo 90 minutos de distancia.

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