Editorial: ¿Qué diablos quiere la hinchada del Deportes Tolima?

Por: Mario Alejandro Rodríguez ([email protected])

El debut del ´Vinotinto y Oro´ en la Copa Santander Libertadores no fue el más deseado. Más allá del irregular partido disputado por el onceno orientado por Hernán Torres, lo que realmente nos dejó inquietos fue la paupérrima asistencia de aficionados al Manuel Murillo Toro de Ibagué.

Tan sólo 5 mil espectadores presenciaron el sufrido triunfo del ´Vinotinto y Oro´ sobre un defensivo ´Cacique´. Cifra inferior que el más reciente promedio de aficionados del equipo en el certamen local, factor que deja mucho que decir de la fidelidad y el amor incondicional que se pregona (de dientes para fuera) en cada jornada.

De nuevo, el “Manual de Excusas” del hincha tolimense salió a relucir para justificar el vacío en las tribunas. La hora del encuentro (5:30 pm.) pareció ser el principal argumento esgrimido por los aficionados para no ir a acompañar a su equipo; seguido de la lentitud en la logística en las puertas de ingreso del escenario deportivo.

Otra evasiva es la poca jerarquía e importancia del rival, que al parecer no tuvo atractivo alguno para llamar la atención de los amantes del balompié en la capital tolimense.

También aparecen entre otras razones, la falta de dinero de los seguidores para adquirir su boleta, el aún desconocimiento de los nuevos puntos que dispuso la dirigencia del club para la venta de entradas y el robo presentado el día martes de 31 millones de pesos en tiquetes.

Quizás, en parte todas estas excusas tienen (dentro de su contexto) una relativa validez. Pero entonces, por qué en otras circunstancias más difíciles para la economía local y en horarios más adversos para ir a fútbol, se han dado mejores taquillas y un masivo acompañamiento.

Sólo resta recordar la Copa Nissan Sudamericana de 2006, cuando el Pachuca mexicano visitó la ´Ciudad Musical´. El día martes 26 de septiembre, en el mismo horario y siendo en ese entonces nuestra ciudad la primera en desempleo en el país, cerca de 24 mil personas fueron a ver el triunfo del ´Vinotinto´ 2-1 frente a la escuadra ´manita´.

O tal vez es necesario traer a colación el sábado 15 de marzo de 2008. El peor equipo del ´Apertura´, con la reciente destitución del D.T. Torres por los pésimos resultados y el regreso del ´profe´ Jorge Luis Bernal, recibió la visita del Atlético Nacional a las 3:30 pm. (Horario poco habitual para ir al estadio) y llevó cerca de 12 mil espectadores.

Un ejemplo reciente y válido desde todo punto de vista podrían ser los juegos de Copa Postobón que brindaron la posibilidad en sus inicios (años 2008 y 2009) de respaldar al conjunto ibaguereño a precios asequibles y en un horario normal en días laborables (7:30 pm.).

Actualmente, la variación más significativa en los compromisos de esta competición es el horario (3:30 pm.) porque incluso los hinchas han podido entrar gratuitamente al máximo coliseo de la ciudad en diferentes ocasiones y la respuesta no ha sido buena.

Durante más de tres años, Torres ha consolidado el mejor equipo del fútbol colombiano. Si bien no ha ganado la tan anhelada segunda estrella en el ámbito local ha dado muestra de ser el representativo aguerrido y luchador que todos quieren ver.

La disputa de seis rondas semifinales, los Cuartos de Final de la Sudamericana 2010, el subcampeonato de la Liga Postobón 2 2010 y el reciente triunfo en la Libertadores 2001 ante el Corinthians de Ronaldo y Roberto Carlos son logros que merecen un mejor apoyo por parte de la afición.

De estas múltiples hipótesis y representaciones (algunas manejadas por años) se pueden sacar conclusiones importantes. Una de ellas, es que la hinchada REAL del Deportes Tolima (Fiel al equipo en cualquier circunstancia) no sobrepasa los 5 mil aficionados. Con optimismo podríamos decir que se acerca a los 10 mil, dependiendo del momento vivido en la tabla de posiciones y del rival que enfrente.

Otra es que el visitante PESA (más que el local) en pro de tener una asistencia multitudinaria en el Murillo. Conocemos cantidades de ´seguidores´ que arman el fixture a su manera y sólo van a los partidos que despiertan verdaderamente su interés.

Estos personajes están en todo el derecho de ir al cotejo que quieran. Pero esta actitud ´clasiquera´ es oportunista y contraproducente con el incentivo que la plantilla de jugadores debe recibir de sus simpatizantes.

Aparte de ello, los seguidores del Tolima se escudan en la precaria situación monetaria para no acompañar al equipo. Esta situación ha sido así desde antes que se obtuviera el título de 2003 y parece no cambiar en absoluto al menos por varios años.

Y por último, (para no extendernos) está la pésima organización que dispone el Club para el ingreso de aficionados, la venta de boletería y la promoción de los encuentros, que influye notablemente en las recaudaciones.

La buena voluntad que tienen dos de los copatrocinadores para mejorar esta problemática, Drogas COPIFAM y Supermercados Mercacentro, NO alcanza para suplir las miles de falencias que hay en este aspecto.

Quedan sin abordar con profundidad otras razones que tienen que ver con el “Manual de Excusas”; como la violencia que por oleadas se apodera del espectáculo en Ibagué, la represión policial a los hinchas y las vías de acceso al ´Coloso de la 37´, que por demás no tiene la infraestructura adecuada para albergar un evento decoroso.

¿Qué diablos quiere la hinchada del Deportes Tolima?... porque con todo lo anterior queda demostrado que NO hemos podido descifrar con exactitud las razones para que un elenco que hace hasta ahora un gran papel en la Copa y respeta su casa con pundonor y entrega no tiene el aliento deseado de su hinchada.

Este es un problema que no se pretende erradicar de la noche a la mañana. Pero desde esta tribuna estaremos dispuestos a dar lo mejor de nuestras capacidades para ayudar a que esta vergonzosa realidad cambie y que el equipo de TODOS tenga la afición que se merece.

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