Por: Mario Alejandro Rodríguez ([email protected])
Ya son tres las veces en que el Deportes Tolima se queda en la fase semifinal ad portas de alcanzar a la gran final del campeonato de fútbol colombiano, bajo la conducción técnica del profesor Hernán Torres Oliveros. Después del Finalización 2007, y el Finalización 2008, el Apertura 2009 vuelve a tener un sabor amargo para el “vinotinto”, que ha resignado toda opción de pelear la segunda estrella pese a realizar excelentes campañas en la etapa regular.
Todas estas frustraciones han tenido un común denominador, más bien un verdugo común: Equidad Seguros. En las tres ocasiones ha sido e responsable de romper el sueño del “pijao” de ser finalista. Primero fue en diciembre de 2007 cuando ganó el cuadrangular con 11 puntos, abriendo el camino de la clasificación en la ciudad de Ibagué el 25 de noviembre de ese año, con marcador de 2 goles a 1.
La segunda vez fue el 10 de diciembre de 2008, cuando el Tolima dependiendo de sí mismo no fue capaz de sacar un resultado positivo de la capital de la república, donde cayó estrepitosamente 3 -1. Esa noche la tristeza fue de nuevo la aliciente en los aficionados del cuadro “musical” que vieron como la esperanza se esfumaba en el Nemesio Camacho “El Campín”. Al término de ese cuadrangular el D.T. concluyó con 10 puntos, uno menos que el clasificado Medellín.
Y la de ayer, fue la tercera “puñalada” al corazón tolimense. El pobre rendimiento de la mayoría de los elementos del equipo, que llegó líder del grupo A al estadio de Techo echó al traste la posibilidad de haber disputado la instancia más importante del balompié nacional.
Del conjunto que tuvo la incertidumbre en el mes de enero de salir a competir en el torneo se pasó a la lucha constante por los primeros lugares del tablero de posiciones, algo admirable si se tiene que los jugadores no tenían certeza sobre la situación contractual y de salarios que pudieron haber tenido.
Ninguna de las variantes efectuadas por Torres tuvo mella en el regular funcionamiento del club. Las que antes habían sido fichas claves en el esquema del “vinotinto”, quedaron en deuda con la hinchada y con su fútbol. Ni Rivas, ni Perlaza, ni Arizala mostraron todo su potencial y se vieron relativamente pequeños a la responsabilidad que tenían al frente.
A pesar de todo es para resaltar como balance la gran labor realizada por este grupo de trabajo, que dejó en el camino a rivales históricos como Santa Fe, Millonarios, Medellín, Nacional, entre otros. Sin embargo, faltó otra vez y como dice el refrán popular “cinco centavos para el peso”, para llegar con jerarquía y propiedad alcanzar el máximo objetivo.