- POR: MARIO ALEJANDRO RODRÍGUEZ ([email protected])
Con goles de Rodrigo Marangoni y Wilder Medina Deportes Tolima venció por marcador de 2 goles a 0 al Independiente Santa Fe en el marco de la duodécima fecha del torneo apertura 2009. El partido, que contó con el polémico arbitraje del central Wilmer Roldán, marcó un desarrollo vibrante durante los primeros minutos para el local, que tuvo que esperar sólo hasta el segundo tiempo para marcar la superioridad numérica que tenía desde el primer periodo sobre su rival, tras la expulsión de Francisco Delgado a los cinco minutos de la inicial.
El colorido en las tribunas del coloso de la 37 por parte de los hinchas del vinotinto y oro fue grandioso. El aliento antes, durante y después del juego fue la característica predominante que hacia presentir una nueva victoria del cuadro musical en su predio con buen futbol y excelentes goles.
Y parecía que las cosas se facilitaban un poco más, tras el arranque confuso y sobrerevolucionado de Santa fe que no tenía orden en sus líneas defensivas y apelaba al juego fuerte desde las primeras de cambio.
Producto de ello, la tempranera expulsión al minuto 5 del lateral izquierdo francisco delgado que en una falta descalificadora sobre Rodrigo Marangoni vio la tarjeta roja del central Roldan, protestada de manera airada por el técnico Hernán Darío Gómez, el cual también fue excluido del partido.
Con un hombre más en el terreno, el Tolima tena todo servido para marcar superioridad sobre su adversario, con un juego rápido de desborde por los costados y de pase profundo para aprovechar la velocidad de los dos delanteros, Bocanegra de buena labor en el costado derecho y Franco Arizala.
Sin embargo, el conjunto cardenal supo enfriar el cotejo, manejar a su contrincante y calmar el ímpetu que tenía en vocación ofensiva. Un volante neto de marca, Maximiliano Flotta, acompañado de Alejandro Bernal y Yulina Anchico, viejo conocido de la afición pijao. En la primera mitad las opciones claras de gol fueron para el dueño de casa, que por intermedio de Arizala tuvo en dos ocasiones la oportunidad de abrir el marcador.
Para la segunda parte, las acciones cambiaron de rumbo y de propietario. El visitante comenzó a apropiarse de la pelota, gracias al buen transporte del volante argentino Omar Pérez, dueño del ritmo y de la pausa en el cardenal. A su vez, el trabajo del chileno Julio Gutiérrez fue importante, reiterativo y por momentos incomodo para la zaga tolimense.
En el andamiaje del local fueron necesarias algunas refacciones adicionales, aparte del ingreso habitual de Perlaza por el sub 18. Hernán Torres decidió arriesgar a y sacó de la cancha a Gustavo bolívar que hacia un gran trabajo en recuperación, y metió a otro delantero, Wilder Medina para refrescar la zona superior del elenco ibaguereño.
El objetivo fue logrado, y al minuto 34 en una aproximación sin peligro aparente del líder del torneo, se generó una falta cercana al pórtico de Aguntin Julio, distancia perfecta para los ejecutores del Tolima; Darío Alberto Bustos de un lado con pierna derecha y Rodrigo Marangoni del otro con su zurda característica.
El que pidió el esférico fue el argentino, lo acomodó en el césped y ante la escogencia de Julio del palo izquierdo, Rodrigo optó por ponerlo en el palo de la barrera, la cual venció venció sin contemplaciones. Un verdadero golazo que retumbó en las tribunas del Murillo Toro en su sólo grito ensordecedor y comenzó a labrar el séptimo triunfo en lo que va del campeonato. El adversario salió a buscar la paridad con más ahínco y voluntad. El ingreso de Yovanni Arrechea en la visita pretendió crear peligro en campo pijao y un rango mayor de definición.
Tolima padecía los últimos minutos hasta que en el suspiro final una jugada colectiva iniciada en el sector derecho por Bustos, es complementada por Cristian Marrugo con un lujoso tacón con el que habilitó a Wilder Medina, que con una genial definición ante Julio puso el 2 – 0 concluyente para las aspiraciones tolimenses. Otra joya del tesoro musical que merece ser vista más de una vez para el deleite de la retina y el goce del buen fútbol. Con esta victoria el Deportes Tolima continua en la punto del torneo con 23 puntos seguido por Junior con 21 unidades.
EN EL TINTERO...
- Lamentable hablar de actos de violencia en el Murillo Toro, más aún cuando el Deportes Tolima sale vencedor en su casa pero es así. Otra vez, las agresiones entre los mismos hinchas del club de Ibagué en la tribuna sur del escenario deportivo son constantes de la fiesta futbolera. En tres ocasiones la Policía Nacional tuvo que intervenir para evitar mayores incidentes entre los implicados. Los más perjudicados sin duda los demás aficionados, que no pueden disfrutar del futbol de forma tranquila.
- El perverso arbitraje del juez central antioqueño Wilmer Roldán. Protestado por Santa Fe y también por el local, Roldán fue drástico en el aspecto disciplinario, pecando de severo en la primera parte y de permisivo con la visita en la segunda. Los de Bogotá discuten la falta sobre la cual el vinotinto y oro logro su primer tanto, como la expulsión de Francisco Delgado, mientras los pijaos quedaron insatisfechos por el penalti que no fue sancionado sobre Jorge Perlaza promediando la segunda mitad. ¡desastroso!
- La agresión de la que fui víctima por parte de un efectivo de la fuerza policial , por querer averiguar que acontecía a las afueras del estadio entre el ESMAD y un grupo de aficionados pijaos, en el ejercicio de una labor periodística . El oficial No 92742 de la Policía Nacional me empujó violentamente, me amenazó de agresión y me increpó verbalmente en las escaleras de una de los ingresos de la tribuna sur por tratar de bajar a la puerta de ingreso a ver lo sucedido, a pesar del derecho que tengo como comprador de la boleta de bajar a la planta baja si así lo quisiera. El oficial se encargó de demostrar una actitud soez sin haber tenido ningún comportamiento violento y altanero para con él. Una pena que hayan policías que se crean dioses solamente porque tienen un bolillo y una placa de autoridad, y quieran pasar por la integridad del ser humano.