La selección colombiana de Fútbol volvió a ceder terreno en sus aspiraciones camino al mundial de Sudáfrica 2010, al perder por marcador de 2 goles a 0 frente el combinado venezolano en el marco de la duodécima fecha de la fase clasificatoria. Los dirigidos por Eduardo Lara fueron duramente golpeados en su estado anímico tras la expulsión al minuto 27 de la parte inicial del volante Abel Aguilar. Los tantos del triunfo patriota en el clásico bolivariano fueron obra del delantero Nicolás Fedor y del capitán “vinotinto” Juan Arango a los minutos 33 y 38 de la parte complementaria respectivamente.
El esquema táctico dispuesto por el entrenador cafetero desde el pitazo inicial garantizaba la pelea mano a mano del resultado. Pero Lara, como tampoco la mayoría de grupo de jugadores no tenía entre sus planes el hecho que partió en dos un cotejo de características favorables al visitante, la expulsión del volante de marca Abel Aguilar por doble tarjeta amarilla; sinónimo de un jugador que entró por demás sobre revolucionado a la cancha y que tuvo como drástico juez el rasero desigual del central chileno Posso.
Este suceso obligó al técnico vallecaucano a replantear el sistema a utilizarse para el resto del compromiso. Colombia a través de Carlos Darwin Quintero que por el sector izquierdo generó diversas llegadas que no fueron capitalizadas por Macnelly Torres ni por Falcao en su momento, cuando el tricolor tenía todavía once elementos en el campo. El local por su parte, aprovechó progresivamente la ausencia de Aguilar en la mitad y con Juan Arango comenzó a utilizar la media distancia como estrategia de peligro ante la portería defendida por el juvenil Ospina.
En la parte inicial fueron tres los remates con riesgo que tuvieron como destino el marco del portero antioqueño titular del Niza francés, pasando cerca del arco colombiano. El gran sacrificado del partido fue el lateral izquierdo Núñez, que no fue desequilibrante en el desarrollo del mismo, y con su salida en el entretiempo el estratega nacional reconoció su error al haberlo incluido en la nómina titular.
Para la segunda mitad, el conjunto cafetero explotó el sector derecho de Zúñiga y recargó sus opciones por este costado. Sin embargo, la mala entrega del esférico impidió un mejor trasegar en territorio venezolano. Los cambios de frente propiciados por Marín no tuvieron una finalización adecuada y el manejo de los tiempos de Macnelly le aportó dinamismo a la arremetida tricolor.
El sector defensivo fue reestructurado con la inclusión de Josimar Mosquera, donde la opción de jugar con tres en el fondo (Mosquera por la derecha, Yepes en el medio y Zapata por la izquierda) se hizo efectiva. No obstante, el error del técnico pasó por haber despojado la zona media del campo de un hombre como Macnelly al minuto 30, que en cualquier momento pudo haber creado una alternativa neta de profundidad. En su remplazó ingresó Hugo Rodallega, con la intención de Lara de dejar dos puntas en el frente de ataque. Las consecuencias de este cambio acontecieron por la poca afluencia de balones a los delanteros y la poca presencia en el segundo cuarto de cancha.
Estos argumentos, sumados a las malas entregas y la falta de relevos descaderaron el primer gol patriota a los 33 minutos. Una jugada iniciada en el costado derecho tras una equivocación de Rodallega es filtrada al área, para que Nicolás Fedor la envocara al fondo de la red y sepultar un cotejo que desde la primera parte venia sentenciándose. Cinco minutos después una falta sin riesgo de Zapata es sancionada por Posso.
Al cobro el especialista, Arango, que con un soberbio golazo de pierna zurda puso punto final al cotejo, en remate que dejó sin reacción alguna a Ospina, en pro de evitar la joya de la noche en Cachamay. El camino se pone tortuoso en búsqueda de la clasificación rumbo a Sudáfrica 2010, con solo 14 puntos de 36 posibles y con un déficit ofensivo abismal.
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