-¿Senador su prolongado silencio se debe a alguna molestia con la afición? ... "Con la prensa, con ustedes por que son muy lenguaraces, sí señores, por que aquí dicen muchas cosas, eso que hacen no es periodismo, manosear el equipo como ustedes lo hacen no es justo, respeten la institución y respétenme a mi, yo soy el que pone la plata para que halla fútbol que es de lo que ustedes viven"…
La anterior pregunta hecha por un periodista local que estuvo en la rueda de prensa del día de ayer desencadenó esta respuesta ofensiva del presidente y máximo accionista del club pijao, Gabriel Camargo, quien mostró su total inconformismo con la forma en la que los cronistas deportivos de la ciudad tratan las noticias referentes al deportes Tolima. Considero respetable su opinión, pero no estuvo acorde a la jerarquía que representa el personaje como cabeza visible de la escuadra.
Con este gesto de total ARROGANCIA por ser el único ser (para bien o para mal) que se ha comprometido económicamente con la institución nos dio a entender a muchos en la capital del Tolima que en el club se hace y deshace lo que él diga. ¿Por qué? Muy claro quedo en la introducción, porque es el de la plata, además él y sólo él se puede dar el lujo de nombrar el técnico que se le dé la gana.
¿Y el pensamiento de los hinchas donde queda?... Con seguridad no sabría decirlo. RECORDEMOS CON AMARGURA que nuestra voz ha sido tantas veces acallada que ha perdido peso en la dirigencia del Deportes Tolima. La apresurada destitución respecto a la permanencia del “profe” Jorge Luis Bernal es una contundente muestra de ello. No obstante, vale aclarar que hablo por los tres mil fieles, fanáticos y FERVIENTES SEGUIDORES que acompañamos siempre a nuestro equipo al Murillo Toro y de aquellos VALIENTES que los siguen con AMOR por todo el país como Humbor, y los muchachos de al “Revo”. Hemos expresado en los diferentes medios de la ciudad que no queremos volver al “círculo vicioso” de directores técnicos desgastados en el ambiente futbolero tolimense (caso Miguel Augusto Prince), sin embargo y al parecer en esta ocasión, como en muchas otras, tampoco seremos escuchados por el ex senador boyacense. Como buen político que se respete en Colombia debe hacerse el de los “oídos sordos” ante las peticiones del pueblo.
Por otra parte, refiriéndome a los profesionales detrás del acontecer pijao pregunto: ¿Acaso los periodistas deportivos que acompañan al vinotinto y oro por todas las canchas de Colombia, sin importar el rendimiento del club y el lugar que éste ocupe en la tabla no merecen si quiera un poco de RESPETO de este dirigente? En mi opinión considero firmemente que si, aún más cuando ha sido él con su rotundo silencio de más de 2 meses el que ha propiciado esta serie de especulaciones, normales por demás en los meses de pretemporada.
Nuestro club, entre otras cosas ni siquiera cuenta con un Website Oficial (aspecto en el que nos lleva mucha ventaja clubes de ascenso como Bogotá FC,) sin mencionar que no tenemos una tienda oficial donde podamos adquirir y contribuir económicamente a la institución; y a hasta ahora, por petición continua de algunos periodistas locales, se dio paso a la contratación de una empresa especializada en marketing y consolidación de marcas deportivas.
No voy a negar que el señor ha hecho cosas memorables por esta divisa, que de no ser por él quizás estaría en lo más profundo del torneo de la Primera B. Ese sea tal vez el motivo mas fuerte para tomar las determinaciones que cree él son las más indicadas. Es humano como todos, pero su orgullo, y como en el día de ayer su prepotencia nos ha conducido a errores fatales para nuestros afectos y perjudiciales para su propio bolsillo.
Hoy más que nunca siento que nuestro equipo fue MONOPOLIZADO por unos cuantos, dejando a los hinchas sin voz ni voto en las decisiones del mismo. Tal vez la culpa es nuestra, tanto de periodistas, como de hinchas que permitimos lentamente que esto pasara, porque sencillamente no tuvimos la convicción, el poder y la voluntad de unirnos en torno a la causa: hacer del equipo de todos, del departamento del Tolima, de la ciudad de Ibagué, una organización respetable en el fútbol profesional colombiano.
Ojala esta frase: “la plata la pongo yo, el técnico lo pongo yo, no me vengan a poner para nombrar técnico” no siga retumbando en mi mente como el peor de los terremotos, porque sinceramente no quiero imaginar el futuro que nos espera.
La anterior pregunta hecha por un periodista local que estuvo en la rueda de prensa del día de ayer desencadenó esta respuesta ofensiva del presidente y máximo accionista del club pijao, Gabriel Camargo, quien mostró su total inconformismo con la forma en la que los cronistas deportivos de la ciudad tratan las noticias referentes al deportes Tolima. Considero respetable su opinión, pero no estuvo acorde a la jerarquía que representa el personaje como cabeza visible de la escuadra.
Con este gesto de total ARROGANCIA por ser el único ser (para bien o para mal) que se ha comprometido económicamente con la institución nos dio a entender a muchos en la capital del Tolima que en el club se hace y deshace lo que él diga. ¿Por qué? Muy claro quedo en la introducción, porque es el de la plata, además él y sólo él se puede dar el lujo de nombrar el técnico que se le dé la gana.
¿Y el pensamiento de los hinchas donde queda?... Con seguridad no sabría decirlo. RECORDEMOS CON AMARGURA que nuestra voz ha sido tantas veces acallada que ha perdido peso en la dirigencia del Deportes Tolima. La apresurada destitución respecto a la permanencia del “profe” Jorge Luis Bernal es una contundente muestra de ello. No obstante, vale aclarar que hablo por los tres mil fieles, fanáticos y FERVIENTES SEGUIDORES que acompañamos siempre a nuestro equipo al Murillo Toro y de aquellos VALIENTES que los siguen con AMOR por todo el país como Humbor, y los muchachos de al “Revo”. Hemos expresado en los diferentes medios de la ciudad que no queremos volver al “círculo vicioso” de directores técnicos desgastados en el ambiente futbolero tolimense (caso Miguel Augusto Prince), sin embargo y al parecer en esta ocasión, como en muchas otras, tampoco seremos escuchados por el ex senador boyacense. Como buen político que se respete en Colombia debe hacerse el de los “oídos sordos” ante las peticiones del pueblo.
Por otra parte, refiriéndome a los profesionales detrás del acontecer pijao pregunto: ¿Acaso los periodistas deportivos que acompañan al vinotinto y oro por todas las canchas de Colombia, sin importar el rendimiento del club y el lugar que éste ocupe en la tabla no merecen si quiera un poco de RESPETO de este dirigente? En mi opinión considero firmemente que si, aún más cuando ha sido él con su rotundo silencio de más de 2 meses el que ha propiciado esta serie de especulaciones, normales por demás en los meses de pretemporada.
Nuestro club, entre otras cosas ni siquiera cuenta con un Website Oficial (aspecto en el que nos lleva mucha ventaja clubes de ascenso como Bogotá FC,) sin mencionar que no tenemos una tienda oficial donde podamos adquirir y contribuir económicamente a la institución; y a hasta ahora, por petición continua de algunos periodistas locales, se dio paso a la contratación de una empresa especializada en marketing y consolidación de marcas deportivas.
No voy a negar que el señor ha hecho cosas memorables por esta divisa, que de no ser por él quizás estaría en lo más profundo del torneo de la Primera B. Ese sea tal vez el motivo mas fuerte para tomar las determinaciones que cree él son las más indicadas. Es humano como todos, pero su orgullo, y como en el día de ayer su prepotencia nos ha conducido a errores fatales para nuestros afectos y perjudiciales para su propio bolsillo.
Hoy más que nunca siento que nuestro equipo fue MONOPOLIZADO por unos cuantos, dejando a los hinchas sin voz ni voto en las decisiones del mismo. Tal vez la culpa es nuestra, tanto de periodistas, como de hinchas que permitimos lentamente que esto pasara, porque sencillamente no tuvimos la convicción, el poder y la voluntad de unirnos en torno a la causa: hacer del equipo de todos, del departamento del Tolima, de la ciudad de Ibagué, una organización respetable en el fútbol profesional colombiano.
Ojala esta frase: “la plata la pongo yo, el técnico lo pongo yo, no me vengan a poner para nombrar técnico” no siga retumbando en mi mente como el peor de los terremotos, porque sinceramente no quiero imaginar el futuro que nos espera.